People ♥ Apple

May 16th, 2010

Adobe ha asumido que plantar cara a Apple no es una estrategia que le pueda beneficiar (más bien, una acción casi suicida)

La meditada respuesta a la tensión generada entre ambas compañías, por el asunto Flash, ha sido una campaña con el lema we ♥ choice, acompañada por una campaña mediática que proclama que, a pesar de las discrepancias, we ♥ Apple.

El objetivo de la campaña es doble: capitular frente a Apple y empatizar con el gran público.

El planteamiento que propone Adobe para zanjar la disputa es que “la gente tiene derecho a decidir que tecnologías usar”.

Lo que ocurre es que Adobe está obviando en su discurso dos importantes e incuestionables realidades, convirtiendo su propuesta en populista y demagógica:

  1. Que existen los estándares, que Flash no es un estandar, y que además no tiene cabida, de ninguna forma, entre ellos.
  2. Son las empresas las que deciden qué tecnologías distribuyen y si estas son compatibles o incompatibles con otras, y es la gente (¡el mercado!) el que tiene siempre la última palabra.

Y, el mercado, la gente, ya ha decidido: People ♥ Apple.

People love Apple

Adobe está pretendiendo darle la vuelta a la tortilla a esta realidad.

A todo esto, por supuesto, Adobe no pretende ser la salvaguarda de las libertades tecnológicas. Adobe solo busca rentabilizar la inversión que hizo en 2005 al comprar Macromedia, uno de cuyos baluartes era el dichoso Flash.

Pero Adobe se equivocó enormemente al comprar una tecnología que daba sus últimos coletazos. Ahora lo saben perfectamente. Saben que, posiblemente, el dorado resplandor de las posibilidades de la reproducción de vídeo les cegó, y que la lentitud en la expansión de los estándares así como la, más que presumible, lentitud de la llegada de nuevos estándares jugaría a su favor. Pero se equivocaron.

Subestimaron también la fulgurante llegada de la web móvil y, por supuesto, la inesperada irrupción de las interfaces táctiles, para las que Flash no está pensado.

Ahora solo pretenden que Flash viva una día mas, para que el fracaso que supuso ese negocio lo sea un poco menos.

Mientras tanto, han encontrado en este campo de batalla una excelente excusa para explicar, en parte, la previsible desaparición de Flash y, por tanto, el mal negocio realizado. Por mucho que se quejen, a más de un ejecutivo de la compañía todo este asunto le viene como llovido del cielo. Mientras las miradas críticas de los accionistas se centren en la malvada manzana, nadie les acusará a ellos del batacazo. No me extraña que ciertamente estén amando a Apple.

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