Sobre el cierre de Geocities
October 28th, 2009
En cierta forma el cierre de Geocities me parece lógico. Cientos de miles de páginas obsoletas, desactualizadas y sin mantenimiento, generando un coste, seguramente muy alto, a una empresa que necesita ser competitiva en un sector tremendamente cambiante.
Incertidumbre.
Pero la realidad es que el efecto de esa decisión causa una tremenda incertidumbre, no solo sobre Yahoo, si no en general sobre todos los servicios, gratuitos o no, ofrecidos a través de la web.
¿Cómo es posible que un servicio en el que se dieron de alta millones de usuarios haya desaparecido hoy sin más? Han pasado quince años desde su creación, pero solo diez desde que Yahoo lo comprara por la exorbitante cantidad de 4.600 millones de dólares ¡Sólo diez!
Por supuesto nada es eterno, pero esto debe de hacernos reflexionar sobre cuán volátiles pueden ser todos los servicios a los que, a día de hoy, confiamos ciegamente la gestión de toda nuestra información.
Las cosas han cambiado, desde luego, Geocities en el fondo era un batiburrillo de información mal conformada, la mayoría sin interés. Las aplicaciones de hoy tienen mucho sentido, y muchas están respaldadas por empresas con auténtica solidez. Pero seguro que nadie pensaba hace 10 años que esto acabaría así. Mucho menos los que pagaron semejante cantidad de dinero por ella (aunque fuera en acciones que a la postre fueron papel mojado)
Información perdida.
Al margen de la incertidumbre, nos quedamos huérfanos de mucha información. Ayer mismo, navegando, encontré información que me resultó útil en una página de Geocities. Hoy, he tirado del historial, y ya no existe ¿Es esto bueno para la web? ¿Hay que deshacerse de la información inútil? ¿Hay que acumularla eternamente? ¿Tenemos que cambiar nuestra idea de que la información que pongamos en la web tiene que durar para siempre?
Creo que, como mínimo, debe hacernos reflexionar.
El puntito meláncólico.
Hice mis primeros pinitos en HTML en Geocities, allá por el 96. Un homenaje a Wolfgang Güllich, al igual que este blog (las cabras tiran al monte). Éramos unos pocos miles de usuarios, cada uno disponía de 1 mega de espacio (¿o eran 512 kb?), así que, si necesitabas más espacio, tenías que ingeniártelas creando otras cuentas de correo para darte de alta con diferentes usuarios. Era emocionante. Al igual que yo, mucha gente invirtió muchas horas de su vida en publicar su información, alguna relevante, la mayoría irrelevante. Ahora, en 2009, que cualquiera pueda publicar información en la web es algo cotidiano, pero fue Geocities la pionera en plasmar este concepto de una web participativa al alcance de cualquiera, hecha por todos y para todos. A partir de hoy es historia.
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