Me ha llamado la atención que la revista esquire haya hecho uso, en su portada, de un área con pantalla de tinta electrónica. Aun siendo una experiencia piloto, sin ningún fin específico salvo el de darse publicidad, ya se ha dado el primer paso. Y dada la bestial competitividad en el sector, imagino que esto puede extenderse como la pólvora en los próximos meses y años.

Es difícil sorprenderse hoy en día con la tecnología, pero es ciertamente sorpresivo el hecho de que, en unos pocos años, la tinta electrónica haya dado el salto desde los laboratorios a objetos de usar y tirar. Sobretodo al golpear en un concepto fácilmente imaginable por la ciencia-ficción: revistas cuyo papel es una pantalla, pero que podíamos ver muy lejano.

Lo que me ha interesado realmente de la noticia es lo que puede deparar este fenómeno en el terreno profesional. Porque al diseño de información de los medios en papel, se le abren vías que anteriormente solo se abrieron para medios multimedia, como la televisión, o más recientemente, la web.

Es curioso. Los medios en papel se han visto obligados a moverse hacia la web, y ahora, parte de la experiencia en web podría revertirse nuevamente hacia el papel.

¿Y la interacción? Porque si hoy, a noviembre octubre de 2007, empieza a haber revistas con segmentos hechos con tinta electrónica, ¿Cuánto falta para que podamos interactuar con estos elementos?

Parece que se abren nuevos mundos para los diseñadores de interacción.

Imágenes en Microsiervos. Visto en ídem.