Después de una semana de uso del iPhone (por fin con función teléfono tras la reciente aparición de la liberación por software de los dispositivos más nuevos), creo que es un periodo razonable como para tener una opinión global del dispositivo y de su software.

Introducción

He sido usuario de la combinación de móvil + Palm (ambos dispositivos por separado) desde hace unos seis o siete años. Y, por tanto, es inevitable que en mi comentario surjan las comparaciones entre soluciones de estas características y el iPhone.

Es notorio el interés de Apple en la usabilidad, y el afan por simplificar el uso de sus dispositivos, lo cual, desde mi humilde perspectiva, no es la misma cosa. Lo primero es fundamental y tremendamente positivo. Pero lo segundo, si bien a priori también lo es, puede llevar a recortar en exceso funciones consideradas básicas para un gran número de usuarios.

No cabe duda que el resultado final es un dispositivo que puede usar prácticamente cualquiera (chapeau) pero que puede dejar un poco a medias usuarios que necesitamos un poco más.

¿Dónde está el límite entre una cosa u otra? Es evidente que es muy difícil definirlo.

En mi opinión, y a pesar de haber realizado un excelente trabajo, se hace notar el rodaje del que carece Apple, en comparación con otras compañías especializadas, de siempre, en dispositivos de bolsillo, como puede ser Palm. Por otro lado, es evidente que ésto ocurra, dado que Apple está comenzando con su andadura (olvidando el episodio Newton). Experiencia ésta, la del Newton, que dado el fracaso que supuso, seguro ha sido de muchísima utilidad a la otra de plantear la estrategia en la creación del iPhone.

Desde luego, la experiencia global de uso del iPhone es fabulosa. Pero hay unas cuantas cosas que, en ese afan por recortar (o de sacar el producto a tiempo), me da que se han quedado excesivamente cortos.

He de destacar que hago mi comentario en base al firmware 1.1.2. Es posible que alguna de las cosas que comento estén subsanadas en la 1.1.3. No lo sé

El calendario.

En primer lugar, me parece una carencia muy notable el hecho de que la aplicación de calendario no disponga de categorías. Algo básico y fundamental.

Otra carencia importante es que no se pueda relacionar una cita con un contacto de la agenda. No entiendo como se les puede haber escapado algo tan simple, y a la vez tan útil.

Por otro lado, me sorprende mucho que Apple no haya previsto un sistema de sincronización con Google Calendar. La gente de GooSync está trabajando en su solución de turno, pero me parece que es algo que debería haber sido ser nativo.

Gestión de llamadas.

La gestión de llamadas recientes me parece una calamidad. En el listado solo se dispone de la opción de visualizar por separado o entre todas las llamas (entrantes y salientes) o las llamadas perdidas (entrantes). Estando diferenciadas sólo éstas últimas. Es alucinante como, con las posibilidades que otorga el dispositivo y su tremenda pantalla, no hayan sido capaces de encontrar una fórmula para diferenciar de forma clara: Llamadas salientes (realizadas y fallidas) y llamadas entrantes (realizadas y perdidas). Y por supuesto fecha y hora en las que sucedió cada una. Algo que además, a nivel de interfaz, está ya más que inventado con total corrección por otras marcas.

La agenda de contactos.

A la agenda de contactos le ocurre lo que al calendario. No permite la gestión de categorías. Lo que puede suponer que, para llamar a un amigo, tengas que localizarlo desplazándote entre los cientos de contactos profesionales (por poner un caso). El único consuelo que encuentras, es que el desplazamiento entre contactos es rápido. También existe una lista de favoritos. Pero, ninguna de las dos cosas suple la ausencia de categorías.

Correo electrónico.

El correo electrónico, pese a que al principio me parecía muy pobre, lo he ido asimilando con el paso de los días. No se trata de que tengas una versión en tu bolsillo de tu cliente de correo del PC, ni de tu webmail. Se trata de que puedas estar al tanto de las novedades, y poder responderlas sobre la marcha. En ese sentido, se trata de una aplicación bastante útil. También se supone que con el tiempo vendrán aplicaciones más completas y complejas, para aquellos que quieran hacer uso de ellas, con el propósito de tener almacenado y ordenado todo su correo. Sin embargo, para mi, una carencia es que con los adjuntos solo puedes hacer dos cosas: visualizarlos o reenviarlos vía correo ¿Por qué no puedo, por ejemplo, sacarlos del iPhone vía USB, o mucho mejor, vía bluetooth?

Web.

La inclusión de un navegador de verdad, y no una versión reducida, y la forma en la que han resuelto la navegación me parecen dos grandísimos aciertos. Solo encuentro una carencia, y es que no se puede desconectar la carga de automática de imágenes. Esta ausencia destaca especialmente dada la ausencia de 3G ¡No hay que olvidarse de que en los navegadores de sobremesa es una función básica de siempre!

Ausencia de 3G.

¿Qué voy a decir de esto que no se haya dicho? Se trata sin duda la gran carencia a nivel hardware del iPhone. Es algo que se empezó a reclamar desde el mismo día en el que se presentó. Anteriormente, con mi móvil 3G conectado vía bluetooth a mi Palm T5, entraba a la aplicación Google Maps y podía navegar por mapa y satélite con total fluidez. Ahora, esa misma experiencia puede ser una odisea (si es que tienes paciencia de esperar a que se conecta). Esta sensación es extrapolable a cualquier uso que vayas a hacer de la conexión a internet. Básicamente, la escasa utilidad de la conexión GPRS es la de estar informado de los nuevos correos, alguna consulta a alguna web rapidita y ligera, como Google, mi sitio de 11870, y poco más.

Bluetooth restringido.

Y bueno, otra gran incógnita del iPhone ¿Para qué ponerle a un dispositivo una tecnología con la mayor parte, por no decir toda, su funcionalidad restringida? Para mi era habitual el uso del envío de ficheros (fotos, contactos vcard) vía bluetooth entre mi móvil, Palm y portátil u otros móviles y PDAs. Otro uso, que me salvó en muchas ocasiones, fue el de utilizar el móvil como módem para conectar a internet con el portátil, vía bluetooth.

Ninguna de estas cosas puede hacerse con el iPhone, y me parece un abismal paso hacia atrás. De hecho, creo que su única utilidad se limita a conectar con un manos libres blueetoth. Pues bien, como ejemplo, el mío, que me costó menos de un minuto de conectar con mi anterior móvil, ¡no he conseguido hacerlo con el iPhone! De modo que, no me quedará otro remedio que empaquetarlo, ponerle un bonito sello, y enviarlo hasta Cupertino para que el señor Steve Jobs se lo meta por donde más le apetezca metérselo, porque para mi ya no tiene ninguna utilidad.

En definitiva …

A pesar de todos los pesares el iPhone es una delicia y, en definitiva, sus principales carencias son cuestión de software (a excepción del 3G), y por tanto subsanables. El 3G también lo será, pero no para los que ya han invertido sus 400 € (o más) euros en el aparatito.

No me cabe duda de que con las siguientes actualizaciones de firmware muchas de estas cuestiones tan básicas quedarán solventadas. Pero me llama poderosamente la atención como, habiendo puesto tanto detalle en algunas cosas, han dejando otras tan descuidadas.